La Fundación Villalar publica, junto a la editorial Lunwerg, «Mi primer Machado», un libro ilustrado por Óscar del Amo para acercar la obra del poeta a los niños de Castilla y León
Vuelta a la infancia. El tiempo corre al revés para regresar años atrás, al niño Machado. Él es el protagonista y guía de «Mi primer Machado», la obra editada por la Fundación Villalar Castilla y León y la editorial Lunwerg para dar a conocer entre los pequeños «Campos de Castilla». Con motivo del centenario de la publicación de uno de los libros más conocidos del poeta sevillano afincado durante años en Soria y Segovia sale a la luz este nuevo texto dirigido especialmente a los escolares, a partir de 7 años.
Un niño acompaña de la mano al dibujo que recrea la figura de Antonio Machado. En realidad, es él, de pequeño, quien se convierte en guía por esta aventura que recorre «Campos de Castilla». Coloridas y fantasiosas ilustraciones en las que no faltan los elementos del paisaje castellano, nota predominante en uno de los poemarios más conocidos del autor de la Generación del 98, que reflejó en sus libros su adoración por las estas tierras.
Este «mini Machado» conduce al lector por los paisajes, sueños, amores y vida del poeta retratados en esta obra, en la que no faltan versos tan conocidos como «Caminante no hay camino...». Además, una breve explicación permite conocer mejor al autor y su obra. De ello se encargan también las ilustraciones de Óscar del Amo, quien no se ha olvidado del carácter pedagógico de la obra en su trabajo, pues «Mi primer Machado» es más que la adaptación de poemas al público infantil.
Para ilustrar el libro, el vallisoletano se ha «metido en la mente de un niño» para ver cómo podría imaginar en su mundo los poemas. También ha tenido en cuenta que puede ser una primera manera de adentrar a los pequeños en la literatura de Machado, por lo que no se olvidan las referencias a su vida personal con su mujer Leonor o su relación con otros poetas como Juan Ramón Jiménez o Rubén Darío, quienes también aparecen en las ilustraciones.
Un trabajo «más difícil» por ir dirigido a niños y tratarse de poemas en los que Machado no estaba pensando especialmente en los más pequeños, apunta Óscar del Amo. A su favor, ser vallisoletano y conocer el paisaje que describía el autor de la Generación del 98 y sirve de hilo conductor a la obra. De hecho, en todas la ilustraciones hay un horizonte, «que es lo que vemos aquí» y supone una «referencia directa» a lo que describe «Campos de Castilla», destaca el ilustrador.
Imaginativas ilustraciones
Con sus coloridos dibujos ha tratado de que la lectura «sea más fácil» y hacerla «atractiva». Muy imaginativas, acompañadas de juguetes y objetos de la época, pero que pueden captar la atención de los niños. Así son las ilustraciones que acompañan los inolvidables poemas de Antonio Machado.
Ese pequeño Machado protagonista es el que cuenta la historia, salta de un verso a otro y trata de que los niños se «sientan identificados» con el libro que tienen entre sus manos.
«Mi primera Machado» sigue la estela de «Mi primer Delibes», editado también de la mano de la Fundación Villalar en 2010, tras la muerte del escritor vallisoletano para introducir a los pequeños en la obra del autor castellano más universal a través de una de sus obras más conocidas, «El Camino», y su protagonista, Daniel, «El Mochuelo».
Y no acaba aquí la apuesta literaria de la Fundación Villalar por esta combinación en la que se mezcla la especial atención a los niños y dar a conocer la historia, literatura, arte o geografía de Castilla y León a través también de varias unidades didácticas temáticas. «Mi primer Unamuno», dedicado a otro de los escritores íntimamente relacionados con esta tierra. La obra se presentará en Salamanca, la ciudad en la que tantos años pasó y murió el profesor y pensador bilbaíno.
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